Casas de madera para perro

El perro es el mejor amigo del hombre desde tiempos inmemoriales, y ambos han convivido en armonía en la misma casa tradicionalmente. Pero a veces, también es aconsejable que tenga su propio espacio, pudiendo habitar una pequeña casa en el terreno próximo al hogar. Por supuesto, el dueño debe poseer este espacio, lo cual suele ocurrir en zonas rurales, en el campo o en urbanizaciones, porque en la ciudad este tipo de construcciones son impensables. Gracias a estas casetas, el perro aprende a tener más disciplina porque sabrá que es allí donde tiene que dormir, al mismo tiempo que se sentirá mas a gusto en un espacio propio, único e intransferible, lo que consigue mejorar su autoestima.

En cuanto a este tipo de casas para perro, las hay de multitud de precios, materiales, tamaños y formas, pero sin dudad las de madera se llevan la palma en cuanto a relación calidad- precio, y seguridad para el animal. Su olor agradable y su salubridad, al no contener elementos tóxicos, hacen que sea la preferida para alojar a las mascotas en espacios abiertos.

Las casetas de madera suelen llevar un tratamiento especial que impide la proliferación de hongos y bacterias en la misma, así como un repelente para insectos. También suelen llevar un suelo aislante que se levanta sobre el terreno, para que el perro no pase frío en invierno ni excesivo calor en verano. Lo principal será tener en cuenta la raza del perro a la hora de comprarla, ya que las venden de un tamaño determinado según se trate de unas determinadas dimensiones. Así, si nuestra mascota tiene una talla pequeña, que no sobrepasa los treinta y cinco centímetros, debemos adquirir una casa de dimensiones reducidas, ideal para razas como el pequinés, terrier, caniche o papilión. Sin embargo, si nuestro perro es grande, la casa deberá tener el espacio suficiente para que pueda moverse con libertad y no se agobie con estrecheces; es el caso de los perros que miden más de setenta centímetros en cruz, como el pastor alemán, dobermann, setter irlandés, el collie o el golden retriever.

La estructura más usual es la que contiene cuatro paredes con una apertura frontal, a modo de puerta para que el animal entre, y un tejado también de madera en forma de aleros. Adicionalmente, también puede llevar revestimientos de acero inoxidable en todas aquellas superficies susceptibles de mordedura, como los cantos o esquinas. Los materiales más utilizados son las maderas nobles y resistentes, tales como el roble, el abedul finlandés, el pino nórdico o la haya, que se tratan con barnices especiales no tóxicos que aíslan del frío y el calor, y además consiguen que la madera sea más resistente a las inclemencias del tiempo. Estas maderas están formadas por fibras de extraordinaria dureza climática y flexibilidad, lo que es ideal para los perros más activos. Se pueden montar directamente sobre el terreno porque tiene un suelo de madera, pero si se quiere aislar aún más de la superficie las hay que llevan patas de plástico que las elevan unos centímetros.

Los precios varía según el tamaño y la calidad de la casa, pero por regla general, podemos hablar a partir de unos ciento cincuenta euros si se trata de una caseta de tamaño pequeño, llegando a los cuatrocientos o quinientos si es una caseta grande, aunque como ya se ha dicho este precio puede diferir según los elementos adicionales que queramos añadirle.

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